Efecto calle
En mis oídos rebotan los gritos de balas. Solo quiero salir a comprar un pedazo de pan; también se me antoja un café de esos de panadería, viejo vicio, hoy domingo, con sabor a periódico.
Abordo el ascensor marca Falcon de mi vieja habitación, ubicada también en una calle vieja de una vieja localidad. Su sonido, como un perro pavloviano, arroja un baño a mi espíritu.
Aparto un demente o recoge latas de la puerta. Salto, evado por allá uno que otro basurero o cruzo, simplemente la calle. Lanzo una mirada de mosca hacia mi entorno. Lucho contra la luz, en todos los sentido, yo, animal de encierros. También miro el azul de arriba y sonrío.
Continúo con mis pasos, rumbo hacía panadería. Palabras como balas silban en mis oídos, preñadas de amenazas aquellas, parturientas de risas estas. Esquinas calientes, ventanas frías. Todas tienen la razón, según lo veas, y todas van a la perdición... o al éxito. Con dios y el diablo.
Es muy simple: un cruzar de calles, un cigarrillo para aplacar el nervio de la calle, el ansiado café y la cara final del portugués pegado a una pantalla de TV, acechante de factores perturbadores de ventas. Finalmente, lo despierto.
Los hombres caminan por allí como cajas sonoras, huecas de raciocinio, como dicen los doctos; otros andan preñados, de acuerdo con los optimistas. Pero yo no consigo el sentido. Es el zoó, el instinto, las mandíbulas batientes y las lenguas sin destino. Es la calle. Sin embargo, allí consigo el pan y me consigo, y no me quejo. No me quejo.
No hay el principio para una comprensión. No lanzo la primera piedra. No critico, pero pienso y pareciera la emisión de un tribunal condenatorio.
Es la masa, la loca masa de los sinsentidos, aprovechada largamente por quienes conocen los resortes. Cuervos viejos criadores o viejos criadores de cuervos.
De regreso, solo aspiro arribar con mi alimenticia masa debajo del brazo. Una vez allá, me recito que fue el efecto de un cigarrillo, de un café y periódico callejeros. Es el efecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario