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Procura el surrealismo. Ejercicio interior que juega a la expresión.
Este blog en un principio nace como un homenaje a esa generación de brillantes "locos" que, en su tiempo, alumbraron estéticamente a la humanidad y nos dejaron para siempre su aporte multiforme para el alma.

Intenta en tema y técnica seguir la senda, pero más a modo de vitalizante talismán, porque en la práctica... ¡Ay, con las ideas! Jamás surgen del interior sin filtrarse a través de la razón, ese atenazante mecanismo de defensa. Pero, en fin, se escribe por impulso, aunque luego se haga uno a la idea de que el material no ha sido pulido y es espontáneo, selvático, suerte de retorno hacia las esencias. Tal es el surrealismo: arrojo, salto a la selva primigenia, mas utópico sueño..., porque ¿quién hombre civilizado puede desprenderse de su condición plastificada? El acto poético es un intento de recuperación de las naturalezas perdidas, pero aun ella, la poesía, es trabajo de artesania.
(Sea la técnica surrealista una ubre de ordeño para la inspiración y la idea, por un lado, pero por el otro, un camino para el desagüe: quien escribe lo hace como por trabajo de alcantarillero: drenaje) .
Aquí el concepto:
Surrealismo: Puro automatismo psíquico, por medio del cual se intenta expresar, verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el proceso real del pensamiento. El dictado del pensamiento, libre de cualquier control de la razón, independiente de preocupaciones morales o estéticas...

lunes, 16 de marzo de 2009

Desaliento

Ya tu ves… hoy me tomo el día.

Bajo un poco la presión sobre mi deseo de vivir

Me regalo algo más hacia los desagües de esta vida.

Y no me preguntes…

Continúa tu paso tranquilo paso, como si te contagiaras también

De está mi extraña enfermedad.

Haz que no vistes

Que el fantasma pasó a tu lado y no te importó

O que un cadáver dejó de tener importancia para ti.

Igualmente me tomo las cosas con cansancio.

Con oficio de ciclista infinito.

Con vocación de soldado, aunque ya muerto.

Nunca como hoy el río me parece tan vivo.

Sí..., claro, extraño: cuando uno se lo imagina vacío

De peces, de flores que floten y sin la eterna corriente.

Solo de agua que no necesariamente da vida.

Es un viaje. Lo sabemos. Siempre lo han dicho.

Y yo me tomo una porción, y me monto y me abordo

En una de sus rutas sin retorno

Hoy me tomo el día (ya te lo dije).

No me esperes: yo lo hago cuando tu vengas.

Ya te dije que no deberíamos tener grande importancia.

jueves, 12 de marzo de 2009

Mañana

Me tomo el día. 

Definitivamente, dolor y compromisos a un lado.

Me tomo el viento.

 

Siete leguas al abandono.

Libros cerrados como cuartos.

Oficio del que espera al olvido.

 

El tren que nunca termina por llegar.

La turbia Naturaleza azotando:

que si el pájaro, que si la fragancia, que si los pinos...

 

Que si el cielo enmarañado con tanto secreto

Que si el Hombre, o los fantasmas o los extraños.

Es una monotonía astral que brilla.

 

Al diablo.

 

Me lo tomo.

Disimulo el dolor del don de la vida

y aspiro este aire frío en mi frente.

 

Redoblo la manta calurosa.

Entrecejo una gota que se desprende.

Despabilo tanta custodia sombría

y cuanta promesa a porvenir.

 

Pongo el pie en fuga, en libertad, en exilio

en consumación

y me retiro de una vez por todas de la panorámica absurda.

 

Sé que tendrá su fin con el nuevo ciclo que empieza.

Bien sé de una fantasía

de una realidad sin salidas.

martes, 10 de marzo de 2009

También...

Aún la luz afuera no termina con su lluvia.  No es posible todavía el silencio.  Y, en consecuencia, una bocanada de esperanza pretende contagiar mi alma de las mil fugas, como si no respetase mi vocación de puertas, como si yo no fuese una palabra que vuela, una promesa también de férrea consumación de los destinos.  Una mi versión particular del cielo.

Comprendo lo que dicen los libros y el perfil azulado de una estrella que pestañea.  Es cierto:  con la belleza se tiembla.  Pero una belleza azulada tiene un particular temblor y, aunque así encabrite al mundo, desde el fondo de la tierra, como de nuestras almas, mil otra tonalidad podría estremecerlo también, cuando no aniquilarnos, según se tenga o no profesión de sombras.

Vengan a mí, pues, susurros del atardecer.  Posen sobre mi pierna el ave cantora de vuestras mil fantasías.  Y entonen la promesa de la nueva vida, además de eterna, como reza el discurso...  Que yo oigo y me extiendo hasta el centro de mi ser sin poder contener los cargamentos de la noche… Reo resignado de los oficios.

Inevitable de amaneceres, mirando al hondo tuyo o mio, presintiendo el baúl de los contradiscursos, asiéndome al canto de una piedra que se desgarra, ávido del libro de no sé cuántas noches borradas, y de los mejores silencios de una tarde seca, pido permiso para marcharme en medio de mi particular versión sensitiva.

jueves, 5 de marzo de 2009

Esperanza

Verás...

Problamente estés conmigo en el momento...

Es una flor sin fortalezas que me pasea el pensamiento.

 

Sabrás...

La luz tiende al centro desde el día pleno.

Y mi tela protectora se llama piel.

 

Porque así es este hecho de la frialdad

y de la cosas turbias de la vida bendita.

Avanzo yéndome hacia el recuerdo.

 

No te aseguro nada, dulce planta de los mil tallos.

Pero te llevaré en el corazón

como si yo mismo fuese el centro de la tierra.

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