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Procura el surrealismo. Ejercicio interior que juega a la expresión.
Este blog en un principio nace como un homenaje a esa generación de brillantes "locos" que, en su tiempo, alumbraron estéticamente a la humanidad y nos dejaron para siempre su aporte multiforme para el alma.

Intenta en tema y técnica seguir la senda, pero más a modo de vitalizante talismán, porque en la práctica... ¡Ay, con las ideas! Jamás surgen del interior sin filtrarse a través de la razón, ese atenazante mecanismo de defensa. Pero, en fin, se escribe por impulso, aunque luego se haga uno a la idea de que el material no ha sido pulido y es espontáneo, selvático, suerte de retorno hacia las esencias. Tal es el surrealismo: arrojo, salto a la selva primigenia, mas utópico sueño..., porque ¿quién hombre civilizado puede desprenderse de su condición plastificada? El acto poético es un intento de recuperación de las naturalezas perdidas, pero aun ella, la poesía, es trabajo de artesania.
(Sea la técnica surrealista una ubre de ordeño para la inspiración y la idea, por un lado, pero por el otro, un camino para el desagüe: quien escribe lo hace como por trabajo de alcantarillero: drenaje) .
Aquí el concepto:
Surrealismo: Puro automatismo psíquico, por medio del cual se intenta expresar, verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el proceso real del pensamiento. El dictado del pensamiento, libre de cualquier control de la razón, independiente de preocupaciones morales o estéticas...

lunes, 10 de marzo de 2008

Viviendo en las sombras

Si yo supiera que no estás allí,
ha buen trecho que ya me hubiera marchado.
Pero me carcome un viento de buena guerra,
de esos que terminan con asesinatos de mentira.

Si sólo sospechara que hay la paz en tu entorno,
esa patética sonrisa de felicidad que propalan los periódicos,
ha buen rato estaría yo en la partida,
un poco más acomodado en la tierra.

Si alguien me dijera siquiera la locura de que estás y no estás,
como el mismo sol en medio de la noche,
sin duda sonreiría de pura burla,
pensando en tu abertura siniestra,
esa irresistible cápsula de contenido veneno
que más que estar en la cosa es la cosa misma...

Pero estás allí, impunemente,
a despecho de sombras y luces de cualquier planeta,
más patente que el holocausto mismo de tu naturaleza,
sembrando vientos de aniquilada voluntad.

La carne vive contigo y, como al filo del sol,
las cosas se apegan más a sus esencias.
Por ejemplo, yo, con este divino placer de sombras...
El espíritu se contornea en la forma, de puro momento,
pero se sobrecoge en la nada de la eternidad del mundo.

Se anda por allí, como bandido, celador de luz,
cuidando que una ráfaga no nos deje a oscuras.

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