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Procura el surrealismo. Ejercicio interior que juega a la expresión.
Este blog en un principio nace como un homenaje a esa generación de brillantes "locos" que, en su tiempo, alumbraron estéticamente a la humanidad y nos dejaron para siempre su aporte multiforme para el alma.

Intenta en tema y técnica seguir la senda, pero más a modo de vitalizante talismán, porque en la práctica... ¡Ay, con las ideas! Jamás surgen del interior sin filtrarse a través de la razón, ese atenazante mecanismo de defensa. Pero, en fin, se escribe por impulso, aunque luego se haga uno a la idea de que el material no ha sido pulido y es espontáneo, selvático, suerte de retorno hacia las esencias. Tal es el surrealismo: arrojo, salto a la selva primigenia, mas utópico sueño..., porque ¿quién hombre civilizado puede desprenderse de su condición plastificada? El acto poético es un intento de recuperación de las naturalezas perdidas, pero aun ella, la poesía, es trabajo de artesania.
(Sea la técnica surrealista una ubre de ordeño para la inspiración y la idea, por un lado, pero por el otro, un camino para el desagüe: quien escribe lo hace como por trabajo de alcantarillero: drenaje) .
Aquí el concepto:
Surrealismo: Puro automatismo psíquico, por medio del cual se intenta expresar, verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el proceso real del pensamiento. El dictado del pensamiento, libre de cualquier control de la razón, independiente de preocupaciones morales o estéticas...

domingo, 20 de enero de 2008

Botella y tierra

Si tu supieras cuánto abomino del tiempo embotellado.
O de cuánto abomino la botella misma.
Si tu supieras cómo he intentado romper
el plasma ese que en firmamentos nos separa.

Si tu, quejumbrosa y habladora por allá, supieras del tiempo encerrado donde dije
y de cómo es duro luchar contra banalidades infinitas.
Si tu, solitaria recelosa, miraras un poco nomás
el humo que dejan los viajes sobre la superficie de la tierra.
Si tu y yo fuésemos guerreros para dominar las fronteras.

Si tu tan sólo nomás pudieses envejecer y yo lo contrario,
o viceversa, como una loca maternidad de los tiempos.

Entonces estaríamos a mano.
Yo guerrero victorioso dedicado a la batalla
y tu divino tesoro determinado en coordenadas,
aunque divino tesoro por mi vida.

Seríamos iguales:
una hoja rogando por el suelo
y una madre tierra de acunantes azares.
Pero, como dije, hay tiempo y materia
y porvenires huecos de silencio, más allá de nosotros.
Ten paz, como yo recuerdos.

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